
En memoria de estos lindos recuerdos Mirtha Eleno les dedicó un Soneto:
Un instante en la tarde de noviembre
El mágico aparato nos congela,
Nos encierra indolente sin la llave
Redentora del grupo de maestros.
Símbolo de una amistad tan cristalina
Ese trozo de vida adormecido
Para siempre en la fría cartulina
Después los vagos años, el olvido.
Pasa la vida sin presencias truncas
De ese grupo que no envejece nunca
Quietos en el cartón, en esa añeja foto
Foto de la que no saldremos nunca
Presos de la inmortal fotografía
Cuatro niños sonreímos todavía
Mirtha Eleno 5to”C”
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