lunes, 13 de diciembre de 2010

Navidad

Dos mil diez Navidades han pasado
desde aquella que fuera la primera
Natividad del Niño que naciera
en un pobre pesebre improvisado.

No se si lo he perdido o lo han tirado,
pero tal vez a causa del progreso,
aquel pesebre de prosaico yeso
en mi casa ya es cosa del pasado.

Y hasta el árbol ha sido reemplazado
por otro fabricado expresamente
que se arma y se desarma fácilmente
convertido en un cono estilizado.

Los adornos y velas han dejado
su lugar a la las luces “made in China”
mientras que un aluvión de serpentinas
nos vende la ilusión de algo animado.

Y como todo se ha tecnificado,
también nuestra electrónica decreta
que ya no recibamos más tarjetas,
sino un archivo adjunto… Reenviado.

O un frío “sms”. o un llamado
desde esa lejanía inconmensurable
que termina absolviendo a los culpables
del inhumano mundo que han gestado.

Electrónicamente potenciado
el ritual que hoy convoca muchedumbres
ya no es más que un pretexto, una costumbre
o, peor aún, apenas un feriado.

Y si este “golpe bajo” te ha llegado
convertime en “spam”, borrá mi nombre…
Para mi en NAVIDAD, nació el DIOS-HOMBRE
que murió a manos de hombres endiosados.

“Perdónalos, Señor… No saben lo que hacen…”

Juan Carlos Alecsovich

(antiguo alumno de Graciela López Camelo)

No hay comentarios:

Publicar un comentario

 
Free counter and web stats