
Nos manteníamos unidas por entrañables recuerdos pero sin contacto personal.
Kuka se encargó de reunirnos y de crear una rutina que mantuvimos durante muchos años.: nos reuníamos mensualmente en torno a un te y rigurosamente para nuestros cumpleaños..
Kuka era quien levantaba el teléfono y nos convocaba con toda la fuerza que le daba el creer que debíamos mantenernos unidas. Entendimos su deseo hasta sentirlo nuestro.
Fue increíble su logro de doctorarse en
Cuando el imperativo teléfono ya no sonaba tan seguido, nosotras tomamos la posta, sin saber que en un momento no nos llamaría mas.
Hace dos años que nos seguimos reuniendo, manteniéndola en nuestro agradecido corazón
Mora, Griselda, Alicia de 5° año A
No hay comentarios:
Publicar un comentario